RAMADAN
En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo
«El mes de Ramadán, en el cual se hizo descender el Corán, guÃa para la gente y evidencias claras de la GuÃa y del Discernimiento». (Córan,2:185).
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PRIMER ARGUMENTO
El ayuno del mes de Ramadán está entre los primeros cinco pilares del Islam y se cuenta entre los más grandiosos ritos islámicos.
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La mayorÃa de las sabidurÃas sobre el ayuno de Ramadán van dirigidas a la declaración de la divinidad de Allah el AltÃsimo, asà como a la vida social y personal del ser humano. También a la educación y purificación del ego y el agradecimiento por los favores divinos.
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Una de las muchas sabidurÃas en cuanto a la manifestación de la divinidad de Allah, el AltÃsimo, a través del ayuno es que:
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Allah, Glorificado y Elevado sea, ha hecho de la faz de la Tierra una mesa extendida y poblada de incontables favores, preparándola maravillosamente de tal forma que el ser humano ni se imagina. Él, Glorificado sea, aclara de este modo la perfección de Su divinidad y Su misericordia.
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En cuanto a que el ser humano no comprende exactamente, por impedÃrselo su propia negligencia y los velos que cubren su razón, la verdad cegadora que emprende y expresa ese estado, pudiendo olvidarla…
En Ramadán, los creyentes se levantan inmediatamente como si de un ejército organizado se tratase, todos siguen, al comienzo del ayuno, el mismo ejemplo expresando la adoración a Allah, preparándose momentos antes de la ruptura del ayuno en respuesta a la orden del Eterno, Todopoderoso:
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¡Sentaos en la mesa de Su generosa invitación…!
De esta manera encuentran esa enorme y plena misericordia por una adoración amplia, organizada e inmensa…
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¿Es que acaso los que no han participado en esta sublime adoración y en esta elevada generosidad, merecen ser llamados seres humanos?
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