La Primera Palabra

En nombre de Allah, el Clemente, el Misericordioso.

“Bismillah” es el principio de todas las cosas buenas. Nosotros también deberemos empezar con ello. Sepa, ¡oh alma mía!, que así como esta frase bendita es un signo del Islam, así es también recitada por todos los seres con una  buena disposición a través de todas las lenguas. Si quieres saber cuán infinita es la fortaleza de Bismillah, y cuán interminable es su abundancia, escucha la siguiente historia en forma de parábola:

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“El beduino que se desplaza por los desiertos de Arabia, tiene que viajar en nombre del jefe de la tribu y estar bajo su protección para estar a salvo de los ataques de los bandidos y asegurar sus necesidades. Porque por su cuenta, perecería frente a los innumerables peligros y necesidades’’.

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La historia es así, dos hombres, realizaban un viaje a través del desierto, uno de ellos era modesto y humilde, mientras que el otro era orgulloso y  engreído. El hombre humilde asumió en nombre del jefe de la tribu, mientras que el orgulloso no lo hizo. El primero viajó a salvo por donde quiera que iba. Si encontraba bandidos, decía: “Viajo en nombre de fulano, jefe de tal tribu” y los bandidos no le molestaban. Si se dirigía a unas tiendas, era atendido con respeto gracias al jefe. Sin embargo, el hombre orgulloso, sufrió indecibles calamidades a lo largo de su viaje. Estuvo todo su viaje temeroso por todo, y pidiendo por todo. Fue humillado y objeto de desdén.

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¡Oh orgullosa alma mía! Tú eres el viajero y este mundo es el desierto. Tu impotencia y pobreza no tiene límites, así como tus necesidades y enemigos son infinitos. Por tanto, toma en nombre del Verdadero Dueño de este desierto para salvarte de suplicar antes de que el Universo entero tiemble ante el Acontecimiento.

Si, esta fórmula, Bismillah, es un gran tesoro, tan lleno de bendiciones que tu inmensa pobreza e impotencia te ligan a un infinito poder y misericordia, haciendo de ambas el mejor intercesor ante el Omnipotente y Clementísimo, lleno de majestad.

La persona que cuando obra dice: “Bismillah” es como alguien que se enrola en un ejército. Actúa en nombre del gobierno, no teme a nadie, habla, realiza cada cosa,  y resiste  todo en nombre de la ley y del gobierno.

Al principio decíamos que todo comienza diciendo: Bismillah –en nombre de Allah- a través del fitra. ¿Es esto así? Sí, de hecho, así es. Si vieras que una sola persona llevara a todos los habitantes de una ciudad a un lugar por la fuerza y los obligara a trabajar, ten la certeza de que esta persona no estaría representándose a sí misma, ni llevaría a todos esa gente en su nombre ni por su poder, sino que sería un soldado, actuando bajo el mando de un gobierno y apoyándose en el poder del rey.

Del mismo modo, todos los seres actúan en nombre de Allah Todopoderoso, así como diminutas semillas pueden llevar en su interior lo que serán enormes árboles. Levantan pesos como montañas. Esto quiere decir que cada árbol dice “Bismillah” llenando con ello sus manos con los frutos que provienen de la misericordia divina y que nos son ofrecidos por ellos.

Cada jardín dice: “Bismillah” y se convierte en caldera de la cocina divina en la que se preparan todo tipo de deliciosas comidas.

Cada animal bendito, tales como vacas, camellos, ovejas y cabras, dicen: “Bismillah” y de ellos brota leche que fluye procedente de la abundancia y la misericordia divina,  ofreciéndonos una comida pura y delicada como agua de vida, en nombre del Proveedor.

Y la raíz de cada planta dice: “Bismillah” y se abre camino entre las rocas con y la tierra sus filamentos de seda, mencionando el nombre de Allah, el Misericordioso. Y todo se facilita para ellas en nombre de Allah.
Y en el nombre del Misericordioso, cada asunto difícil, y en Su nombre todo se somete ante El.
 

Si, las raíces se extienden a través de las duras rocas y de la arena, produciendo fruta de un modo tan sencillo como las ramas se extienden en el aire produciendo frutos.

Y las delicadas hojas mantienen su hidratación durante meses al calor extremo, y otras cosas similares, son como una bofetada dada en las bocas de los naturalistas y son como un grito estridente en sus rostros diciéndoles: Incluso el calor extremo y la dureza, en las que creéis, no actúan por sí mismas, sino bajo mandato divino.

Aquel que hace que las finas raíces se transformen en el cayado de Moisés capaz de romper las rocas, obedeciendo la orden: “Y dijimos: Oh Moisés, golpea la roca con tu cayado (1).

Y que hojas finas como papel de fumar, reciten, ante el calor, la aleya: “Oh fuego, se frío y saludable sobre Abraham”(2) , volviéndose como los miembros de éste, la paz sea sobre él.

Puesto que todo dice Bismillah, y contiene las bondades que nos son dadas en nombre de Allah, nosotros también deberíamos de decir Bismillah y deberíamos dar y recibir en nombre de Allah, y no deberíamos tomar nada de aquellos que son negligentes en el recuerdo de Allah, ya que dan, sin mencionar el nombre de Allah.

Pregunta: Pagamos un precio a las personas como los mercaderos (por su servicio), Me pregunto, ¿Quiere un precio Allah? el Verdadero Dueño.

Respuesta: Sí, El Verdadero Otorgador de todas las generosidades, Allah, nos pide tres cosas como precio de estas valiosas generosidades y bienes. Una es el Dikr (3) . Una es Shukr (4).  Y una es el fikr (5). Por tanto, Bismillah es dikr en su principio, alhamdulillah en su final, y reflexión en su transcurso. Y hacernos conscientes de que dichas bendiciones son inestimables, y que son signos del poder y grandeza de Allah, el Eterno, y dones de Su inmensa Misericordia, constituyen la verdadera reflexión.

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Y por el contrario, es un insensato aquel que besa el pie de un pobre hombre que porta el precioso regalo de un Rey, y no reconoce al que se lo envía. Es absurdo elogiar y amar a la fuente aparente de estas generosidades, y olvidar al verdadero dador de las mismas.

¡Oh alma mía! Si no quieres parecerte a aquel insensato, da en nombre de Allah, recibe en nombre de Allah, y obra en nombre de Allah. Ese es el quid de la cuestión,

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1  Córan 2:60
2  Córan 21:69
3  El recuerdo
4  El agradecimiento
5  La reflexión

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